Con este tweet, Pedro Duque se planteaba si en 2003 llevaba a su muñeca el primer smartwatch de la historia. Su reloj era innovador, eso está claro, pero no era el primero. En Japón, en 1982, el primer Seiko TV era un reloj con 82 canales de televisión, radio FM y cronógrafo. Y de la muñeca del James Bond interpretado por Roger Moore en Octopussy a la de otros astronautas, el Data Link de Timex lanzado al mercado en 1994. Aquella reliquia se custodia ahora en el Museo Nacional de Historia Americana en Washington D.C.
Mientras Duque se ajustaba su Casio, Bill Gates presentaba el Microsoft SPOT, otro smartwatch fracasado. Habría que esperar unos cuantos años para que el interés por este tipo de dispositivos creciese. El mérito hay que concedérselo a Pebble, que recaudó 10 millones de dólares en una campaña para Kickstarter desarrollada por Eric Migicovsky cuando solicitaba 100.000. 20 millones en su segunda ronda de financiación. Al año siguiente, Apple presentó su dispositivo y el resto es historia. Una historia que apenas duró dos años, cuando el mercado se segmentó y el gran pastel comenzó a repartirse en cientos de trozos.
XIAOMI LOVES HUAMI
Huami, la empresa que fabrica las Mi Band, formó una alianza con Xiaomi y nació el AmazFit. Nexo, GTS, Stratos, Pace, Cor, Bip, GTR o Verge —más sus versiones lite y el nuevo AmazFit X— son algunas de los muchos dispositivos de una gran familia que ha demostrado que puedes vestir un smartwatch sin tener que gastarte un sueldo en comprarlo.
Bip bate todo tipo de récords con una autonomía de hasta 45 días y pantalla táctil de 1,28 pulgadas. Nexo eleva la sensórica con Glonass, sensor de luz ambiental y geomagnético, 4G LTE, biotracker e impermeabilidad en cualquier escenario de uso. Pace, con sus distintas correas y peso pluma, es la apuesta favorita para quienes solo buscan un podómetro atractivo desde el que, de paso, coger el teléfono o revisar las calorías gastadas. Y con Verge 2 incluso podemos entrar al coche sin llave y llevar un seguimiento deportivo de actividades tan dispares como montañismo, montar a caballo, fútbol o cinta elíptica.